El verano
se acaba y muero de pena. Este del 2013 ha sido muy guay pero sería
bestia calificarlo de "l'estiu de les
nostres vides" como reza un grupo de Whatsapp que tengo. Bueno, que tenía, porque un
día en Menorca me desperté rollo zen y me quité de este grupo y de Bombones,
Putichat, Ropa que nunca me pondré, Quiz de Cambrils, Tetichat (Only for Constipated), Núcleo Oscuro, Niños Chicos, Iberian Grandeur y Breaking
Bad.
Salvé a
Freiburg, Putos Jefes, Rubias y Las
Rubias, estos últimos formados por diferentes grupos de rubias. Después de mis desplantes recibí muchas críticas, pero ya tengo un estatus en el que me puedo permitir estos actos de rebeldía y la gente me quiere
igual. Ahora el núcleo más duro ha creado Amigos y es, junto con
Freiburg, mi grupo más prolífico.
Y eso,
que salgo de la oficina y ya es negra noche, que mi piel ya no tiene color
aceituna, que ya no me emborracho cada dos días, que me tengo que tapar por las
noches y que ya no tengo ganas de quedar con los del Pof, aunque se acumulan más de cuarenta mensajes en la bandeja de
entrada. Que se acaba el verano y yo no estoy preparada.
Harvard, del anterior post, nunca apareció pero
los últimos coletazos del verano me han traído dos nuevos frentes. Bueno, uno
de ellos no es nuevo, sino es un comeback a lo grande. Tan grande como sus cejas que en su
día fueron bautizadas como Campos de Trigo porque
son rubias y frondosas.
A
Campos de Trigo lo conocí hace tres veranos en una comida en casa de la suegra
de mi hermana. Recuerdo que ese día me puse shorts y me lavé el pelo, cuando a estas cosas suelo ir hecha
un adefesio. Como ayer, que crucé toda Barcelona con la parte de arriba del
pijama. La cuestión es que llegué a ese piso de Sarriá - que ya no existe y me da pena- y aparecieron de la
nada tres amigos de mi cuñado de su época Erasmus.
Campos
de Trigo me gustó desde el primer momento. Alto, rubio, cuadrado, tímido, catalanet y con pinta de inteligente. Además su
nombre es igual que mi apellido, que a su vez es como yo llamo a mi adorado
padre. Estuve toda la comida intentando llamar su atención pero estaban todos
muy entretenidos con sus batallitas del
pasado y yo pasé el rato con mis sobrinitos, por aquella época dos bebés. A ver, Tan ya tenía
dos añazos pero como no tenía pelo podía
pasar por un bebé grande. A mí también tardó en crecerme mucho el pelo pero yo
fui rubia y ella castaña. Yo pensaba que los calvos infantiles luego salían
rubios. Mi hermana siempre dice con cara de asco que la niña tiene el mismo pelo
que yo. No entiendo esa cara. Como es fino y rizado, debe pensar que no es práctico, y en mi familia lo que no es práctico es malo. Este verano le ha
cortado el pelo como a un niño. Le da igual que Tan diga que ahora con el pelo
corto no puede ser una princesa. Mala madre.
La
cuestión es que después de esa comida yo volvía a casa en la moto diciendo cosas
del tipo: "este hombre va a ser el padre de mis hijos". En la moto se me ocurren
grandes cosas siempre. Últimamente me ha dado por insultar a la gente. No sé,
debía estar muy pero que muy aburrida en esa época porque le busqué en Facebook y le añadí a mis amigos. Me costó poco
encontrarlo porque además de mi cuñado tenía otros amigos en común: la colla kinpal. Fue a través de ellos que me enteré que el tío siempre
estaba soltero y que era adinerado.
Un
día, también muy aburrida, le envié un mail diciéndole que si le apetecía podíamos tomar algo y no sé
qué más. Recuerdo que fue un mensaje que reescribí varias veces y que al final me quedó informal y divertido, como si lo hubiera escrito en un momento. Tardó unos días en contestarme y cuando lo hizo, me dio largas. Fue una sorpresa para todos porque, aunque yo no lo creo, mis amigos dicen que es muy feo y es
sabido por todos que yo soy resultona.
Pasaron los años y
yo me contentaba con mirar su Facebook
donde siempre sale haciendo deporte, comiendo o participando en actos lúdicos. Hoy, por ejemplo, está en Amposta para formar parte de la Vía Catalana. Yo ya lo daba por perdido hasta
que el otro día el amigo que también está en Pof me dijo que le había visto y que iban a quedar para tomar
una cerveza. A todo esto, a éste el otro día le presenté a la chica que le pegaba un
montón y no hubo feeling... no tuve buen
ojo esta vez. Sé que mezclo muchas ideas, ¿alguien me sigue? Seguro que Hel sí.
Pues nada, que ya
está preparado el dispositivo para que el día que queden yo pase como por
casualidad. Y después ya improvisaré. Ya veis que es un frente muy débil, parezco un amigo que ve
frentes donde no los hay. Fontdefrentes le llamamos, haciendo un juego de palabras con su apellido aristocrático. Pero, aunque a veces me burlo, yo le entiendo, de algo hay que vivir.
Como me he enrollado
tanto ahora ya no puedo contaros el segundo frente. Este es mucho más seguro. He
quedado esta noche para beber vino con un italiano con ortodoncia, hippie, pianista y un poco guarrote que conocí el sábado por la noche. Ya os contaré.
También, en un día tan señalado como hoy, quería hablaros sobre mi catalanismo, que a lo largo de los años ha sufrido muchos cambios. Una pena porque es un tema muy interesante. Pero no hay más tiempo y no creo que en otro post pegue hablar de esto.
En la foto, las cejas de Campos de Trigo.