domingo, 5 de diciembre de 2010

The walk of shame

The walk of shame refers to a phenomenon in which a person must walk past strangers or peers alone for an embarrassing reason before reaching a place of privacy. Most commonly, it occurs the morning after a night out at a bar, dance club, or party. People undertaking the walk of shame are understood to have spent the night at the house, apartment, or dorm of a sexual partner, particularly a one night stand.

Ropa de sábado noche, pelo enmarañado, maquillaje corrido y cara desencajada. Resaca, falta de sueño y hambre atroz. Así, con paso lento pero firme, he afrontado este mediodía de domingo el temido the walk of shame. Por suerte no he tenido que coger el transporte público porque se me hubiera hecho mucho menos llevadero.
Nadie me ha mirado ni me ha señalado por la calle pero yo me sentía muy alejada de esa gente vestida informal paseando el perro y comprando el periódico. Me ha encantado cruzarme con una jovenzuela en taconazos, maquillaje hecho añicos y vestido brillante. La he mirado comprensiva pero ni me ha visto, me ha parecido que hacía frente a la situación mucho peor que yo...o eso he querido pensar.
A mitad de the walk of shame he hecho una pausa en casa de Jul donde me he recompuesto con un fantástico desayuno. Ha sido el momento de analizar con detalle la noche anterior y las dos hemos decidido dejar el mundo de la noche y hacer más vida sana y cultural, a no ser que haya un cumpleaños, un magno evento, una visita de alguien importante o muchas posibilidades de ligar (esto último lo añado yo ahora).
Después de la charla y con la barriga llena, ha comenzado the walk of shame part two, pero este ha sido mucho más corto y menos humillante.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Retrato robot del padre de mis hijos

Este verano Mel y yo hicimos un retrato robot del que será el hombre de mi vida a partir de todos los hombres con los que había estado. Es lo que tiene la combinación trayecto largo más falta de temas de conversación porque ya se han tocado todos. Esto es lo que salió:
-Signo de fuego
-Conocerlo a través de alguien
-Extranjero
-De mi edad (dos para arriba, dos para abajo)
-Miembro mediano o grande
-Más alto que yo
-Nombre raro o mote
-Guapito de cara (cuanto más alto menos necesario)
Quedé encantada con la listita y desde entonces le doy una importancia que no se merece. Para que no fuera tan difícil encontrar a mi hombre ideal dijimos que tenía que cumplir como mínimo seis de estas ocho características (norma totalmente sacada de la manga y que ahora es ley).
Desde entonces cuando conozco a un chico le hago el test, aunque a veces los resultados son confusos. Por ejemplo, este viernes estuve con Stef, un italiano alto al que conocí en un bar, guapito de cara y de 28 años. Para ver si es el hombre de mi vida o no, me faltaría saber su signo y a partir de qué tamaño un miembro se considera mediano.

lunes, 11 de octubre de 2010

Infidels

Después de la insistencia de un anónimo rubio y de ojos azules para que escribiera de nuevo, aquí estoy. Como ya sabéis, el otoño nunca fue mi fuerte y hay que darme un empujón. En verano lo doy todo y cuando veo que se está acabando me entra sopor, depresión post-vacacional y alergia.
Este otoño se presenta muy de barrio y ario. Llevo ya varias semanas saliendo con Jul, y ocasionalmente con Rak, por la Sagrada Familia. Después de años viviendo allí, por fin nos estamos convirtiendo en alguien. Los camareros nos sonríen, tenemos conocidos en los bares y nos invitan a alguna copa (bueno, de momento sólo a una pero por algo se empieza). En el barrio todo es fluido y es fácil acabar siendo las más guapas del bar.
En una de estas noches conocí a James, un pelirrojo irlandés muy gracioso y sonriente. Enseguida conectamos y acabé en su piso de la Monumental un sábado de madrugada. Era profesor de inglés y me dijo que sus compañeros de piso no estaban. El polvo no estuvo nada mal, lo peor era cuando decía cosas guarras en castellano con acento inglés, pero por lo demás era un chico muy apañado.
A la semana siguiente volvimos a quedar y en el último momento me confesó que tenía novia y, lo más fuerte, que vivía con ella. Allí es cuando entendí qué pintaba en ese piso una salita para dar sus clases con todos sus diccionarios y el porqué de ese baño tan arregladito. Yo reaccioné muy digna, como si lo que me estaba contando fuera lo más normal del mundo, aunque en realidad estaba en shock. Al final, lo dejé plantado en la barra del bar con la palabra en la boca, en solidaridad con su novia brasileña que estaba a punto de volver de viaje.
Que yo sepa, ésta ha sido mi primera experiencia con un hombre comprometido. Aunque espero no repetir algo así, estoy contenta porque en un blog de esta temática una historia así luce bastante. Pero ¡aviso!, esto no ha sido nada, ahora voy a ir a por algo mucho más fuerte.

jueves, 19 de agosto de 2010

Nice boobs!


Acabo de volver de un viaje por Turquía, Siria y el Líbano acompañada de tres adorables criaturas con las que viví miles de aventuras imposibles de resumir en este nada prolífico blog. Me centraré en el tema de siempre para no aburriros.
En una plaza de Damasco conocí a Omar, el chico más guapo de Siria. Me llevó de paseo por unas calles estrechas y solitarias (claramente un circuito preparado para impresionar a las turistas) y cuando se terminaba, se giró majestuosamente (también ensayado), me miró con ojos de enamorado y me besó. Nos enrollamos en el callejón más oscuro bajo el cielo estrellado de Damasco. Entre morreos y toqueteos me agarró las tetas, una con cada mano, y soltó Nice boobs!, una expresión ya mítica entre mis amigos que no dudo que perdurará en el tiempo.
No satisfecho con el magreo por los callejones, Omar buscó un lugar donde poder acabar lo comenzado. Acabamos acostándonos en un pintoresco cuchitril al son de la llamada del almuecín. Esto unido a que el chico era vigoroso y resolutivo, tenía 23 años y estaba como un queso lo convirtió en un polvo memorable.
En la foto, Mel, Omar y yo entre otros personajes de la noche damascena

domingo, 6 de junio de 2010

Ya pasó

El Magno Evento de la Primavera ya pasó hace muchos días pero yo aún vivo de su dulce recuerdo. Después de esta fiesta de mis treinta ya no puedo aspirar a nada en cuanto a fiestas y celebraciones se refiere. Ahora sólo espero ser invitada a un evento así para pasármelo bien y ligar sin parar, porque con tanto invitado al que atender no puse el radar hasta las cinco de la mañana, cuando ya sólo quedaba Iv.
A todo esto, he empezado mis 30 con nuevos propósitos. He decidido explotar al máximo mis posibilidades y me voy a poner más sexy que nunca. La depilación integral, ponerme anillo, las mechas platino, pintarme las uñas y alisarme el pelo van a formar parte de mi vida cotidiana y siempre saldré estupenda de casa por lo que pueda pasar. Se ha acabado eso de salir de casa con la parte de arriba del pijama y sin duchar cuando voy a hacer recados por el barrio. Además, la cándida Jul y la pérfida Rak me hicieron de personal shoppers y renové parte de mi vestuario veraniego con modelitos pijo-chics, muy al estilo de las dos rubias.
Pronto tendréis a una nueva Myran. De momento estoy cumpliendo mis propósitos a medias, todo tiene un proceso de adaptación, pero en unos meses lo vais a flipar.
En la foto, el Magno Evento (o la Fiesta del Siglo, como prefiráis) en su máximo esplendor.

domingo, 9 de mayo de 2010

El Magno Evento de la Primavera

Ya es mayo, mi mes preferido porque es primavera, cumplo años y mi sangre está alterada. Mis cumpleaños siempre han sido bastante esperados, porque es la primera fiesta del año en la que se puede enseñar un poco de carne y en la que muchos solteros tienen sus esperanzas puestas.
Este año supera todas las expectativas. En vez de una fiesta de cumpleaños parece una boda: gente de todo el mundo que viene especialmente para el magno evento, meses de preparación, alquiler de un local y, lo mejor, lo celebro junto con Pach, así que habrá invitados del novio y de la novia.
Este último punto es lo que más miedo me da. Mis amigos ya son suficientemente variopintos y poco cohesionados entre ellos como para que encima haya un montón de latinos far away más animados, morenos y bailongos. Está claro que en la lucha de amigos guays, los de Pach van a ganar claramente.
Además, Rak, un puntal en mi vida aunque injustamente fuera del núcleo grupuscular, no podrá venir. Estará por ahí en viaje de trabajo. Aún así, yo aún tengo esperanzas. Esta semana he pillado reuniones clandestinas y mails secretos claramente destinados a hacerme una gran sorpresa.
En la foto, el flyer de la fiesta, por si alguien aún no lo había visto.

lunes, 26 de abril de 2010

Hombre-rana

El tal Vik me ha salido rana. Hemos cortado, si se puede cortar cuando aún no eres nada. El sábado después de un "tenemos que hablar" llegamos a la conclusión de no vernos más y seguir con nuestras vidas.
Él quería seguir de por vida con el triste y aburrido modelo de "nos vemos un día, unas horas mejor dicho, a la semana y nos enviamos mails cada día", yo quería un poco más de espontaneidad y algún paso adelante. Él está extremadamente liado entre el doctorado y el trabajo, yo tengo mucho tiempo libre y una vida disoluta. Él es cuadradito, yo era cuadradita. Él es un pijo catalanista, yo una charnega humilde. Él está perdiendo pelo y yo cada día estoy más buena.
Antes de que se fuera para siempre intenté sacar provecho de aquella última quedada y le insinué que podríamos acabar de una forma placentera, ya me entendéis. Se negó porque no le parecía bien hacer eso después de aquella conversa tan profunda que acabábamos de tener. A mi, en cambio, me parecía un planazo. Al final, esto fue lo que más rabia me dio de todo. Eso y que ahora tendré que volver a ver Lost sola.

sábado, 13 de marzo de 2010

Berlín

Hace un par de fines de semanas fui a Berlín en mi viaje mensual. En principio era una escapada planeada para celebrar que este año Ces, el Filete y yo cumplíamos treinta años. El plan era desmadrarse y apurar nuestros útimos vestigios de juventud. Queríamos ligar, bailar y mezclarnos con los locales en los famosos clubes eróticos de la capital alemana. Al final no pasó nada de esto, el viajecito estuvo muy bien pero fue más del estilo fin de curso. Se apuntaron al carro Net y dos agregados que, sí, tenían muy buen carácter y buenas intenciones, pero que nos chafaron el plan canalla.
A parte de esto, mi romance con Vik continua. Ayer sufrimos nuestra primera crisis cuando el chico me dio un plantón en toda regla porque estaba cansado. El chico me ha salido un poco cuadradito y workaholic, pero qué le vamos a hacer, ¡no existe el hombre perfecto!
En la foto, Ces, el Filete y yo en el momento más canalla del viaje.

domingo, 21 de febrero de 2010

Sunday Joy

Segundo post en una semana. Esto no será un bluf. Respectivo, qué ilusión verte por aquí! Y esta tarde nos veremos de nuevo en la merienda que tu mujer ha montado. Hoy ni Sunday Blues ni hostias.
A ver os cuento, hay novedades y grandes. Este fin de semana he tenido mi segunda y tercera cita con el chico de la máscara de la fiesta de singles, al que llamaré Vik. Nuestra segunda cita se produjo el viernes y la excusa era ver un capítulo de Lost. Antes de que llegara, sin una gota de alcohol en la sangre y a las cuatro de la tarde, me dio un ataque de pánico. Pensé que no nos gustaríamos, que no habría feeling, que iría fatal... La voz pausada y los sabios consejos de Jul me sosegaron un poco, pero eso no quitó que cuando llegó el chico yo tenía un zapato en la boca y me movía torpemente por el piso intentando disimular mi ataque de nervios. Tomamos un café, vimos el capítulo sin casi rozarnos y acabamos en la cama, como tenía que ser. Justo después llegó Ivi que venía en una de sus escapadas de fin de semana largo para hacer el divo en la ciudad y cuando se lo presenté le dio el visto bueno, algo básico e indispensable para mí.
La cuestión es que no puedo contar nada más. Resulta que ayer con algunas caipirinhas de más y para hacerme la cool le comenté que tenía un blog. Me arrepentí al instante y le dije que no era nada, que no era importante y mil tonterías que aún hicieron despertar más su interés. Me aseguró que lo buscaría, que él era informático y que lo encontraría. Yo no creo que pueda dar con él con mis inteligentes pseudónimos y mis historias sin contenido, pero Vik, si l'has trobat, manifesta't, si us plau! Esto tengo que saberlo... Y no te tomes en serio nada de lo que pone aquí, yo soy mucho más profunda, ya lo viste ayer cuando llegaste y estaba viendo la Noria.

domingo, 14 de febrero de 2010

Solterona en Barcelona

Gracias a un comentario de illy, una nueva lectora, que me indica que no sólo me leen mis amigos que me quieren, y a nuevas aventuras que contar, he vuelto. Espero que esto no sea un bluf de tres simples posts, como viene ocurriendo últimamente. Esta vez me lo tomaré más en serio.
Hace días que quería volver pero me estaba planteando un cambio. Había pensado renovar el blog, cambiarle el diseño y llamarle Solterona en Barcelona porque, para qué engañarnos, después de más tres años de soltería lo de Estrenando Soltería ya no cuela. Ya tengo casi 30, mis amigas están emparejadísimas y se me ha despertado el instinto maternal, éstos son claros indicios de que he pasado de ser single a ser solterona. La Mata Hari de la banda tampoco me pega mucho, quizás debería poner a una foto mía cocinando o mirando la tele con mis nuevas gafas de pasta que me quedan fatal. De momento lo he dejado igual porque me parece muy duro el cambio, así que me lo voy a pensar un poco más. ¿Qué opináis vosotros?
Cambiando de tema y volviendo a las aventuras de Myran, voy a contar la última, que tuvo lugar este mismo viernes. Fui a una fiesta, reunión o como queráis llamarlo de solteros. Allí estábamos unos veinte pringados (más chicas que chicos, cómo no) haciendo jueguecitos y llevando una máscara. Después de cenar seguía todo super casto y yo no entendía nada. Mi teoría era que con un montón de treintañeros solteros juntos eso se tenía que liar, pero no pasaba nada. Al final, el tiempo y el alcohol me dieron la razón y eso acabó con cuatro o cinco parejas liándose. La verdad es que mucho tuvo que ver el juego ese de pasarse el hielo, al que yo nunca había jugado ni pensaba que a estas alturas jugaría.
La cuestión es que dormí en un pueblo del Maresme en brazos de un chico con mi mismo apellido, fan de Lost, libra, hipermétrope y aspirante a doctor en aplicaciones interactivas. No tengo mariposas en el estómago ni nada de eso, pero al menos un chico normal en mi vida. Incluso me hizo un bocadillo para el tren cosa que, como buena Amiga de los Bocatas, me enterneció en sobremanera.