sábado, 28 de marzo de 2009

Love-shyness

No, no he desaparecido. Me ha conmocionado ver mi blog en el historial del portátil de una de mis lectoras y me he dicho que no podía haceros esto ahora que la vida de muchos de vosotros está tan agitada.
En el artículo de hoy voy a hablaros los hombres tímidos. Pero no un tímido normal, sino un tímido enfermizo, un T. E. De esos que no te miran cuando les hablas y que se asustan cuando te les acercas. Pues resulta que últimamente me estoy fijando en este tipo de hombre y no me está haciendo ningún bien.
La verdad es que una chica tan parada en lo que a tema chicos se refiere (en el resto de aspectos de mi vida soy bastante más espabilada) no debería fijarse en un T. E., sino todo lo contrario. Está claro que un T.E. necesita una Mata Hari que le ataque y no una simple aprendiz. Pero a mí me molan, no sabría decir por qué, pero suelo fijarme en ellos. Supongo que también influye el hecho de que suelen estar solteros.
El otro día había un buen ejemplar T.E. en la Fallas de Valencia. Era un viejo conocido de anteriores viajes a Cabo de Gata y Pisa. Desde el principio nos gustamos un poco pero nunca pasó nada. Ya lo dicen: parado+parada, vete a dormir solo y hazte una paja.
Esta vez yo ya no esperaba nada, pero el alcohol y sus patillas me hacían estar en guardia. Al final de la noche, en una acción muy poco común en mí, le ataqué. Pero el T. E no reaccionó...muy frustrante.
Al día siguiente, después de haber dormido dos horas, aún alcoholizada, despechada y animadísima por Jav, hice lo más patético que se puede hacer: envié un sms al susodicho. Después de pensar mucho decidimos que tenía que ser sutil y acabar con una pregunta. Al final la cosa quedó así: "Va estar bé ahir, tornareu bé? Jo he dormit molt poc i un poc sola, i tu?". Nunca obtuve respuesta.
En fin, eso es todo por hoy. Prometo escribir más a menudo a partir de ahora. Aún os tengo que contar mi aventura frente a las cámaras de Cuatro.