¡Hola amigos! Tengo una época en la que paso completamente del blog y mira que llevo todas las navidades delante del ordenador. Me sabe mal privaros de esta lectura ligera que tanto bien os haría después de una de estas comilonas navideñas, pero me da pereza y me siento floja para escribir. Es mucho más fácil abrir el Facebook y mirar las fotos de cualquier semi-desconocido.
Además, hace unos días que tengo mucho sueño y me duermo por los rincones. Es muy fuerte porque he compartido mis dos últimas noches con AB y en ambas me he ido a dormir yo antes, un hecho impensable en el pasado. Sí, AB ha vuelto, aunque no por mucho tiempo.
Mañana parto a Madrid por tercer año consecutivo. Este año va a ir mucha gente y parece una cumbre de mandamases de diferentes regiones de España. El día clave será el 30, estaremos todos y haremos el simulacro de las uvas frente a la Puerta del Sol.
Os tengo que dejar que me está entrando sueño...
Por cierto, la frase del título es de mi querido Ivi, que hoy ante un futuro incierto me ha pedido matrimonio.