Como es habitual en estas fechas, la gente ya empieza a pensar en las vacaciones de verano. Hace una semana, yo lo tenía claro: unos días a Menorca a principios de septiembre y el resto por aquí, un hecho sin precedentes en mí. Teniendo en cuenta que estoy en época de vacas flacas pensé que quedarme por la zona por una vez no estaría mal. Me imaginaba veinte días de relax, fiestas de barrio, visitas al pueblo, playa, caipirinhas y Sunday Blues.
Sin embargo, hace unos días, durante mi viaje al Cabo de Gata, la cosa se lió. Mel y Jav me contaron que quizás iban a ir a la India, mi sueño de juventud. Cuando se barajó el hecho de que yo pudiera apuntarme, enseguida dije que no muy segura de mí misma, pero al poco me imaginé con el shari y fui cediendo hasta ser la más motivada del grupo.
Ahora hay dos opciones: la India o Barcelona, no hay término medio, ya os dije que no me gustaban las medias tintas. De hecho si me quedo aquí es probable que vuelva a lo del fútbol con los alemanes, a ver si se me pega algo de esta gente tan adelantada.Cabo de Gata estuvo muy bien. Tuvimos muy buena suerte porque llovía en toda España menos allí. Había tres chicos solteros: uno sin pelo y cara desagradable, otro con pelo y clavado a mi ex y otro con pelo y patillas que me gustó un poco pero que no me hizo mucho caso.
En la foto, Mel y yo en Cabo de Gata.